La planificación de las etapas es uno de los aspectos más importantes a considerar. Consiste en dividir el recorrido total en una serie de etapas diarias en función del kilometraje, los desniveles, la dificultad y dureza y los servicios disponibles (alojamiento, agua, etc.).
En primer lugar debemos documentarnos sobre la aventura que queremos realizar, ya sea a través de Internet o adquiriendo algunas guías, mapas, etc.
La opción más económica para alojarse durante la ruta es el camping pero conlleva transportar la tienda de campaña, la esterilla y el saco de dormir.
En el primer viaje hacia Santiago de Compostela desde Ayora, me decanté por esta opción pero sinceramente no llegué a utilizarla en ninguna ocasión. Por ello, en la Transpenínsula sólo me llevé el saco de dormir, disminuyendo así el peso total en unos 2 kg.
Por esta razón, recomiendo alojarse en albergues siempre que sea posible. En la mayoría de los caminos de Santiago existen suficientes albergues, sobre todo aquellos ubicados en el Camino Francés y el Camino del Norte.
Podemos diferenciar dos tipos de albergues: los públicos y los privados. Desde antaño los públicos se pagaban con la voluntad pero últimamente ya suelen pedir una cantidad fija que suele rondar los 5 euros. En cambio, los albergues privados son un poco más caros pero ofrecen algunas ventajas como un mejor acondicionamiento, un mayor número de plazas, una menor masificación de gente (sobre todo en época veraniega y año Xacobeo), etc.
Un aspecto a destacar de los albergues públicos es que los caminantes tienen preferencia sobre los ciclistas hasta una determinada hora (establecida en función del albergue). Esto quiere decir que si un ciclista llega a un albergue antes de la hora establecida de preferencia deberá esperarse y si una vez llegada dicha hora aún quedan plazas libres podrá ocuparlas.
Esto se hace por la mayor rapidez de movilidad que tienen los ciclistas para ir al siguiente albergue. Pero, en ocasiones, puede ocurrir que vayas a alguno y optes por esperarte hasta la hora establecida de preferencia pero, antes de cumplirse, se llene y tengas que desplazarte al siguiente albergue. Si también se encuentra completo deberás optar por los albergues privados, los hostales, casas rurales, etc.
Una vez que tenemos planificadas las rutas que vamos a realizar cada día, sería conveniente llamar o visitar la página de Internet de los alojamientos (si tienen) para conocer aspectos clave como capacidad, disponibilidad para guardar bicicletas, precio, lugares de interés para visitar, bares y restaurantes para comer gastronomía típica, etc.
Si tu aventura consiste en realizar el Camino de Santiago, toda esta información la encontrarás en la mayoría de guías, aunque hay algunas que son más completas que otras. Yo siempre me he decantado para hacer el Camino de Santiago por las del País Aguilar porque creo que son bastante completas, ilustrativas y además se actualizan periódicamente. En el caso de la Transpirenaica utilicé el conocido libro de "La Travesía de los Pirineos en BTT" de Jordi Laparra (3ª edición).
¿Qué me llevo de equipaje?
Para responder a esta pregunta debes plantearte primero cómo y dónde vas a transportarlo. Hay varias opciones complementarías unas con otras: alforjas traseras, alforjas delanteras, mochila camelback, carrito, etc. Dependiendo el tipo de viaje que hagas será más recomendable escoger unas u otras.
En los viajes que he realizado hasta ahora me he decantado por las alforjas traseras y la mochila camelback. Las alforjas traseras van colocadas sobre una parrilla sujetada al cuadro que suele soportar al menos unos 10 kg, suficiente para poder transportar el equipaje necesario para una aventura de unas pocas semanas.
En la mochila camelback suelo llevar las cosas que me pueden hacer falta durante la ruta, como el agua, la comida, las herramientas para la bici...
Además también incorporo una pequeña mochila en el manillar para meter la cámara de fotos y las guías de la ruta.
Por tanto, entre todos los compartimentos para transportar el equipaje suelo llevar unos 12-15 kg de peso. Este factor es muy importante porque si pecamos en exceso puede ser que nos arrepintamos aunque siempre podemos recurrir a Correos.
Conozco gente que se llevo literalmente la "casa a cuestas" y sufrió tanto que, cuando fue a Correos a enviar equipaje para su casa, sólo se dejo el botellín de agua, las herramientas imprescindibles, el aseo personal y lo que llevaba puesto. Parece gracioso y lo es, pero más vale que nos concienciemos.
Por ello, a continuación adjunto una lista de equipaje (extraída de la web bicigrino) en la que tendremos que seleccionar aquello que veamos importante, según el tipo de viaje que vayamos a realizar. En la lista no se encuentra todo, sino que uno de sus objetivos es proporcionarte ideas y refrescarte la memoria.
¿Cómo transportar la bicicleta?
Hay distintos medios de transporte: el avión, el tren, el autobús y el vehículo de alquiler.
Para transportar nuestra bicicleta en avión es necesario llevarla bien embalada, normalmente en una caja o en una bolsa de transporte. Tenemos que tener en cuenta el detalle del peso. Normalmente suelen cobrar a partir de los 15-20 kg. de peso por persona. Para evitar que nos cobren por exceso de equipaje se debe subir todo lo posible como maleta de mano. Para ello hay que consultar las políticas de cada aerolínea (medidas del equipaje permitido, peso, contenido de líquidos, etc.).
Otra opción sería el tren pero debemos tener en cuenta que existen diferentes normativas según sea cercanías, media distancia o largo recorrido. Si es cercanías y media distancia normalmente no hay problema alguno. Para trenes de largo recorrido admiten la bicicleta como equipaje (sin cargo) si viajas en litera o coche cama, con un máximo de 2 bicicletas por departamento. La bicicleta debe estar embalada y parcialmente desmontada para que coja en el espacio situado debajo de las literas inferiores. De todas formas, antes de viajar es conveniente preguntar porque van cambiando la normativa.
Esperando al autobús en la estación de Santiago de Compostela |
El transporte de la bicicleta en autobús es para mí la opción más recomendable. La compañía Alsa ofrece la posibilidad de reservar en su web el billete para nosotros y también para la bicicleta con un suplemento de 10 € por bicicleta y trayecto.
El vehículo de alquiler puede ser la opción recomendable en el caso de que viajes acompañado ya que el coste del alquiler y los gastos de combustible se reparten entre todos. Además, si la empresa es de ámbito nacional, podemos coger el vehículo en nuestro punto de partida y entregarlo en nuestro destino, la mayoría de las veces sin coste extra.
En los últimos años las empresas de transporte de mercancías como Seur, MRW y otras, te ofrecen el transporte de la bicicleta a cualquier destino. Suele costar unos 50-60 €, con alforjas incluidas, para territorio nacional. Normalmente esta opción la utilizan los peregrinos en bicicleta cuando llegan a Santiago de Compostela. Las ventajas de esta alternativa es que te despreocupas de la bici nada más llegar y después en la vuelta (en avión, tren, autobús...) ya no tienes necesidad de cargar con ella.
Hola. Yo tambien vivo en valencia y estoy en la fase preparatoria para la Transpirenaica. No se si sabras que la guia de Laparra esta agotadisima. Yo solo he podido conseguir una pero sin los mapas. ¿Venderias los tuyos, los prestarias o los escanearias para poderlos imprimir? Ya no se donde buscar.
ResponderEliminarPor lo demas, chapeau por las dos grandes rutas que has hecho. Yo he completado el Camino de Santiago y dos buenos tramos de la ruta del Danubio, con amigos y con la familia. Empece un blog que deje a medias pero que deberia retomar, mas que nada porque tiene 11 o 12000 visitas. http://danubioabajo.blogspot.com.es/
Un saludo, machote.